«Qué pequeños somos al lado del amor.»
Querido amor;
te escribo en un intento desesperado de
ser tuya.
Por una vez,
por última vez.
Por todas las veces que deseé que
fueras mío y te escapaste.
Te escribo, por todos aquellos
corazones, que cayeron asomándose a la ventana de tus pupilas.
Verde, marrón, azul y gris en el cielo,
como fuegos artificiales acariciando el rostro de alguien que no ve.
Te invito a tomar un café por las
calles de mi cuerpo,
te invito al mejor concierto del mundo
apoyado en mi pecho,
¿lo oyes?
Es mi corazón, que está interpretando
la banda sonora de mi vida.
La nuestra.
Siempre quise tocar el piano, para
poder acariciar tu cuerpo así,
pero qué le voy a hacer si soy más de
guitarra,
de sentirte dentro con cada rasguño.
Tanquilo, amor, no te haré daño
(eso decimos todos)
esta vez va en serio,
solo quiero tomar un café contigo por
las calles de una ciudad desconocida,
quiero que seas mi amor,
y mi vida,
quiero que seas mío y ser tuya.
Tuya.
Yo también le escribo al amor y nunca me contesta. Ya se sabe que aquello que perseguimos con más ansia parece que tiende a alejarse (como el horizonte).
ResponderEliminarPrecioso poema.
http://www.azucarycenizas.blogspot.com.es
qué bonito, qué sincero y qué bien escrito
ResponderEliminar